Bajó la venta del pan dulce y ahora los supermercados los liquidan 2 x 1
La inflación dejó de lado ciertos lujos en la mesa navideña. Este año el clásico de la época estuvo muy lejos del alcance familiar. Mucho antes de lo previsto ya están en oferta.
Algunos comerciantes de la ciudad de Villa Mercedes advirtieron que el consumo de pan dulce cayó un 10% respecto al año anterior. Por eso se explica que los supermercados no solo tienen las góndolas llenas, sino que ya empezaron a liquidarlos porque la temporada se va.
Los bolsillos terminaron ajustadísimos por un año de inflación imparable, y eso impactó notablemente en las ventas navideñas, que a nivel nacional bajaron un 1,8%.
En Vea y en Carrefur de Villa Mercedes lo primero que llama la atención el 2×1 en pan dulces, turrones y confituras. Según un relevamiento de El Chorrillero, en supermercados chinos la situación se repite.
De $629 a $314 si el cliente se lleva dos unidades, dice uno de los carteles. Otros se bajaron de $850 a $425; en el caso de los artesanales la promo redujo los siguientes precios: de $1190 a $595, de $1090 a $545 y de $2800 a $1400. Hay otro a $1250 y $1499 (llevando dos en todos los casos).
En las góndolas se puede encontrar (en el caso de los productos industriales) a $400 la mara Nevares, a $490 el Bagley, a $500 el Arcor y a $600 el Bimbo. El Satur está a $275, como uno de los más accesibles.
Walter Mastellone, dueño de una tradicional panadería del Barrio Las Mirandas analizó que “los lujos quedaron de lado” y que el consumo para Navidad fue “austero”. Señaló que el producto más tradicional de esta época tuvo aumentos de hasta el 130%, y “se puso muy lejos del alcance familiar”.
“Los artesanales se hacen más que nada a pedido, y tienen menos vencimiento. También se ha elaborado menos, ya que son más costosos por todos los ingredientes que se utilizan”, sostuvo.
“A la gente no le alcanza la plata, y la venta fue malísima. Hace 27 años que estoy en este trabajo y nunca vi un año tan malo”, consideró el propietario de un autoservicio de la ciudad, Jorge Gómez. Analizó en contexto inflacionario de un país “que tiene cada vez más pobres” y menos posibilidades.
Por su parte Mastelone evaluó que el 2022 terminará posiblemente con una inflación del 100% y lo comparó con los sueldos: “Van detrás de la inflación, de las subas y la gente no solo pasa las fiestas, sino que tiene que vestirse, pensar en las vacaciones, tiene que mantener un vehículo, aquellos que tienen trabajo, entonces es lógico que el consumo baje”.
Relevamiento: Sonia Schoenaker